Cuando hablamos de marca personal no solo nos estamos refiriendo a las aptitudes o prácticas profesionales que, son también muy importantes, sino además incluye una combinación de habilidades y experiencias que te hacen ser tú.
Me gusta definir de una forma muy sencilla qué es la marca personal con el ejemplo de una frase dicha por Jeff Bezos CEO de Amazon, “tu marca personal es aquello que dicen de ti cuando no estás en la sala”. Es cómo te perciben los demás, gracias a las acciones que llevas acabo, aquello que comunicas y trasmites a diario, tanto en tu entorno online como offline.
Este concepto consiste en considerarse a uno mismo como una marca comercial, con el objetivo de diferenciarse y conseguir un mayor éxito profesional, gestionando y proyectando la imagen que más nos conviene, para destacar en nuestro ámbito de interés.
Una buena marca personal se debe construir bajo una estrategia sólida, una ejecución constante y lo más importante: cuidarla es prioridad.
Respecto al último punto, ten en cuenta que por solo una acción que realices “por despiste” y vaya en contra de las creencias, principios y expectativas de tu público objetivo, puede afectar todo tu trabajo. Otro día te hablaré sobre la reputación.
Poder responder con claridad a ¿Qué objetivo persigues? ¿Qué soluciones ofreces? ¿A quiénes ayudas? Es el primer paso. Poco a poco irás creando la idea de tu marca personal. Piensa en tu público objetivo, ¿qué les quieres decir? ¿Cómo vas a hacerlo? el segundo paso es definir tu mensaje y tu tono de voz. Siempre siendo totalmente fiel a quién eres.
El tercer paso es asociar una imagen corporativa con tu marca, identifica aquellos conceptos con los que quieres que los usuarios la reconozcan, utiliza colores, tipografías, objetos o elementos que le den valor.
¡Ahora sí! Cuarto paso, ha llegado la hora de ir a la acción. Como lo he mencionado anteriormente, una ejecución constante es clave, una marca no crece sola, ha de estar en continuo movimiento. Me gusta pensar más en el concepto de “growth plan” o “plan de crecimiento”. Piensa estratégicamente, cuál es la red social que más se adecúa a tu marca, puedes y debes estar presente en todas (o casi todas), pero debes ser “fuerte” en una. ¿Enviaras newsletters? ¿Escribirás en un blog? ¿Cómo harás que más personas te conozcan? ¿Publicidad paga u orgánica? ¿Harás netoworking? ¿Cuántas publicaciones harás en redes sociales cada mes?
Vuelve al primer punto, repasa tus objetivos y haz una lluvia de ideas con todo aquello que puedes hacer para cumplirlos. Establece un calendario, eso hará que tu marca vaya creciendo y ganando más valor. Cuando llegue el momento de saber qué impacto está teniendo la estrategia de tu marketing personal, mide y cuantifica los resultados para conocer si vas por la dirección correcta y qué debes mejorar o potenciar. Te ayudará a diferenciarte de la competencia, tener más visibilidad, desarrollar la imagen profesional y personal que deseas, y posicionarte.
El trabajo y cuidado continuo de la marca personal dará sus frutos a medio y a largo plazo generando una buena base de nuevas oportunidades profesionales y personales.